La "troika" internacional recomendó el desembolso del sexto tramo de ayudas a Grecia, por 8.000 millones de euros, en noviembre próximo, según comunicaron los miembros de ese grupo en Bruselas. Si bien se tenía previsto emitir el informe final sobre los ajustes en Grecia el próximo 24 de octubre, la extrema volatilidad en los mercados y los problemas de deuda soberana sin resolver en la eurozona, alimentada por los temores a una crisis bancaria en Europa impulsaron un adelanto de la publicación del informe.
Sin embargo, esta ayuda tiene un lado oscuro, el trío internacional del crédito puso algunas condiciones a su dictamen positivo: los expertos admitieron que Grecia tendrá problemas para cumplir sus objetivos fiscales para 2011 y pronosticaron una fuerte contracción de la coyuntura, acentuada por el peso de los ajustes, al menos hasta 2014, por lo que una nueva oleada de ajustes tendrá una incidencia importante en la economía.
"La recesión será más fuerte de lo previsto" y la recuperación "sólo podría comenzar a partir de 2013", sentencian. Además, hay otro vaticinio funesto sobre Atenas: los expertos internacionales estiman que Grecia tendrá probablemente que acometer más medidas de ahorro en 2013 y 2014.
Según los expertos de la "troika", Grecia está cumpliendo con las condiciones exigidas en materia de reducción del déficit y reformas estructurales y por ello "merece" este sexto balón de oxígeno, que evite el "default" en noviembre, fecha considerada como límite por Atenas para aguantar y poder pagar sueldos de funcionarios y pensiones.
Pero en medio de más ajustes recomendados, los empleados de las refinerías públicas protagonizaron una nueva jornada de huelgas en Grecia en protesta por el programa de recortes y despidos del gobierno.
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