sábado, 15 de outubro de 2011

El debate de la deuda griega

El primer ministro George Papandreou pidió paciencia a los griegos, disgustados con las medidas de austeridad de Gobierno heleno. Declaró que su administración lucha para evitar una "catástrofe" financiera.

Papandreou señaló que su Gobierno intenta detener el rumbo de Grecia hacia un incumplimiento de su deuda, pero adelantó que el camino se ve difícil. "Me gustaría mucho garantizar a cada uno una solución inmediata, una mejor vida hoy mismo", dijo al medio en una entrevista difundida este sábado. "Sería el hombre más feliz del mundo si pudiera hacer eso, pero no puedo y tengo el deber de ser honesto y decirle la verdad a cada uno de los ciudadanos griegos", señaló.

El Parlamento tiene previsto votar la próxima semana medidas que incluyen recortes de salarios y pensiones, así como miles de despidos en el sector público.

En medio de esta situación Bancos privados de Alemania pidieron que las autoridades de la zona euro admitan finalmente que Grecia es insolvente y presionaron por reglas que fuercen a los prestamistas a ahorrar capital en sus balances para bonos del Gobierno, reportó una revista.

"Grecia no puede pagar sus deudas actuales, ni aún en el transcurso de generaciones", dijo Andreas Schmitz, jefe del grupo bancario alemán BdB, en una entrevista con el WirtschaftsWoche.

Schmitz pidió un cambio de las regulaciones de Basilea III, que reglamentan la cantidad de reservas de capital que los bancos deben guardar por los llamados activos ponderados por riesgo.

Bajo las actuales reglas de Basilea II y las directrices de la Unión Europea, a toda deuda soberana de la zona euro se le puede asignar riesgo cero, que ha proporcionado a los bancos un fuerte incentivo para comprar y mantener bonos del Gobierno.

"Las recapitalización forzada no resuelve la crisis política de confianza", indicó.

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